sábado, 26 de septiembre de 2015

Judías verdes con pesto de Trapani



 

Acabamos de almorzar este plato y corro a traerlo porque me ha dejado entusiasmada. Tan natural y tan fácil, tan rápido de hacer y tan complejo de sabores. Una gozada para los sentidos y para la salud.

La estrella es el pesto alla trapanese, que normalmente se utiliza para condimentar pasta pero hoy le hemos torcido el destino.

¿Por qué "trapanese"? Trapani ("Trápani") es una ciudad de Sicilia, capital de la provincia homónima, y de allá viene esta salsa. La cocina siciliana, como he demostrado a lo largo del blog, me pirra. Con los ingredientes más baratos, como pan duro o tomates, los sicilianos te montan un plato de cinco tenedores. Un poco porque Sicilia ha sido muy pobre y la necesidad es la madre de la creatividad. Otro poco porque estuvo habitada por griegos, cartagineses, normandos, romanos y unos cuantos más, y la mezcla de culturas amplía los horizontes. Y en gran parte porque la isla da unos productos de excelencia, desde el aceite hasta los vinos, pasando por vegetales que saben a lo que son.
¿Por qué "pesto"? La palabra pesto deriva del verbo italiano pestare, que significa aplastar, machacar. O sea que cualquier salsa cruda hecha en el mortero, aunque no sea el pesto ligur clásico que llamamos pesto a secas, se merece el nombre por derecho propio. Eso sí, por motivos de modernidad, el mortero está pasando a la historia y es una pena porque con la batidora no queda igual. Pero da el pego, así que esta vez lo haremos con la batidora y más abajo te pongo la versión con mortero.

Y ahora, ¡basta de cháchara y a cocinar!

El pesto alla trapanese

 

Simplemente tomate, ajo, albahaca, almendras y aceite

Versión rápida con batidora

  • En una batidora pequeña, tritura con movimiento intermitente 20 almendras crudas sin reducirlas a polvo.
  • Pasa las almendras a un bol, echa en el vaso de la batidora un diente de ajo crudo y 100 ml de aceite de oliva y bate hasta hacer una crema.
  • Añade al batido 10 hojas de albahaca troceadas y bate con movimiento intermitente hasta que queden trocitos visibles.
En todos estos pasos debes hacer funcionar la batidora durante poco tiempo para que los ingredientes no se calienten.
  • Vierte el batido en el bol donde están las almendras y añádele dos tomates frescos pelados y cortados en trocitos pequeños.
  • Condimenta con sal y reserva.
    Lo tradicional es que repose varias horas para que se mezclen los sabores y el ajo se suavice. A mí me gusta recién hecho para que el ajo se sienta y el tomate sepa a fresco.

Versión tradicional con mortero

  • Pon en el mortero el diente de ajo, la albahaca y unos granitos de sal gorda. Aplasta bien contra el fondo y las paredes del recipiente hasta que te quede una crema.
  • Añade aceite de oliva poco a poco, sin dejar de remover para que se integre bien, como si fuera un alioli (all-i-oli, ajolio, ajoaceite).
  • Échale el tomate pelado y picado, mezcla suavemente y agrega un poco más de aceite si lo necesita.

Variante moderna

  • Cuece unos tomates deshidratados en poca agua solo hasta que se ablanden, escúrrelos y ponlos en la batidora con los demás ingredientes.

Para terminar el plato

 


  • Cocina unas judías verdes (vainas, chauchas) al vapor y haz aparte un arroz (puedes hacer las dos cosas al mismo tiempo en una vaporera).
  • Sirve las dos cosas juntas, cubiertas con el pesto.




El pesto no se debe cocinar pero lo puedes templar en el microondas para que no enfríe el plato.