viernes, 23 de mayo de 2014

Helados de pura fruta con Yonanas


La piedra filosofal que convierte frutas congeladas
en helados cremosos sin más ingredientes

Ni nata, ni leche ni espesantes. Retiras las frutas o verduras congeladas, esperas a que se ablanden un poquito, las pasas por la máquina y te sale un helado. Sano, sin más calorías que las de la fruta y con todo el placer del tradicional.


Ver para creer: plátano, manzana con piel
y melocotón

Con plátanos salen helados cremosos, sin ellos quedan unos granizados deliciosos con mil usos (por ejemplo de entrante uno de tomate y sandía, o de pura manzana regado con Calvados).
Después de probar las combinaciones clásicas, que nos llenaron de vitaminas fresquitas el verano pasado, hemos empezado a jugar con otros sabores como estos de aquí abajo. 
Helado de zanahoria y manzana (2 copas)

 · 1 zanahoria grande pelada y cocida
· 1 manzana Granny Smith pelada y sin el corazón
Troceadas, congeladas y retiradas del congelador
unos 15 minutos antes.
Se pasa por la Yonanas ... et voilà!


Para terminar, gotas de vinagre balsámico,
semillas de mostaza negra y hojas de melisa

  Helado de pepino y plátano (2 vasitos)


 · 1 pepino grande pelado y sin semillas· 1 plátano medianoDescongelar unos minutos, pasar por la Yonanas y...

 Con trocitos de naranja, un chorro de zumo
y almendras fileteadas y tostadas



Otras frutas que aportan cremosidad: aguacate, pera, piña (madura, sin partes duras y descongelada en el punto justo), melocotón, albaricoque, melón, tomate pelado y vaciado (mejor tipo pera) y otras que se me escapan e iréis descubriendo.


¸.•♥•.¸¸.•♥•.¸¸.•♥•.¸ 

Y ahora, os presento a Sara
Para tener una Yonanas hace falta una de dos cosas: dinero para comprarla o una amiga cuerdamente chiflada como Sara.
Skype, Sara:
- En estos días estoy tomando helado a cada rato con la Yonanas.
- Qué es eso?
- Mírala en google.
- Es fantástica! La buscaré por aquí.
Dos días después me tocan el timbre, bajo y me encuentro a un transportista con un paquete para mí. De Italia, me aclara. Y ahí estaba mi Yonanas modelo Sara.
Otro Skype, más Sara:
- Hace tanto que no nos vemos, espérame un momento.
A los cinco minutos:
- Ya está, el 13 de abril os voy a visitar, solo un ratito, así que no prepares nada.
Y tal cual: llegó a las 9 de la mañana y se fue a las 13, después de un viaje de tres horas en coche hasta Milán y de ahí en avión a Barcelona. Y otro tanto para la vuelta.
Por extraño que parezca, Sara es Sara todos los días y todo el día. Y tiene los mismos años que el menor de nuestros hijos: nos ha enseñado a tener una amistad sin edad, o mejor aún, a no tener edad.

Grazie Sarita, è una goduria imparare da te!